"Cupido ordenando a Mercurio a proclamar su poder al universo". Le Seur, Eustache (1646 - 1647). Museo del Louvre, Francia.
Caduceo es un vocablo de origen griego (κηρύκειο) que significa "vara de olivo adornada con guirnaldas". En la mitología griega el caduceo fue regalado por Apolo a Hermes. El rasgo principal de Hermes consiste en su papel de heraldo de los dioses. Entre los helenos, como sugiere la palabra relacionada «herma» (‘piedra fronteriza’), Hermes personificaba el espíritu del cruce: se pensaba que se manifestaba en cualquier tipo de intercambio, transferencia, trasgresión, trascendencia, transición, tránsito o travesía.
Hermes suele ser retratado llevando el sombrero de ala ancha que usaban los viajeros para protegerse del sol y la lluvia (llamado pétaso). En épocas posteriores este sombrero fue adornado con dos alas pequeñas, si bien a veces éstas le salen del pelo, no llevando entonces sombrero. También se lo representa calzando sandalias con alas.
Según el himno homérico a Hermes y Apolodoro, se menciona el caduceo como la vara mágica con la que se cierra y abre los ojos de los mortales.
En el caduceo debemos distinguir dos báculos, que luego fueron unidos en uno. Primero, la vara de heraldo o mensajero ordinaria y segundo la vara mágica, como las que otras divinidades también poseían. El báculo simboliza el centro, un eje en el que se apoya un maestro, un iniciador, un mensajero sagrado, la columna vertebral del poder inteligente y la sabiduría.
En la mitología romana esta vara era llevada por los heraldos o mensajeros como Mercurio. En este caso, la vara posee dos serpientes entrelazadas, en lugar de las guirnaldas. Serpientes, bien como vestigio de alguna característica del dios, bien considerándolas representaciones simbólicas de la prudencia, la vida, la salud y similar. De acuerdo al mito, Mercurio vio luchar a dos serpientes y las separó pacíficamente con el caduceo. Enroscadas a estos dos báculos unidos en apariencia de uno solo, dos serpientes entrelazadas que representa el eterno movimiento cósmico, regenerativo e infinito, dos corrientes que circulan entre lo mas alto y lo mas bajo, fuerzas antagónicas y a la vez complementarias que hacen una unidad redentora, estas serpientes con tanto simbolismo y tradición a través de la historia, dos serpientes, posiblemente hembra y macho, que Mercurio al verlas luchar tiro su caduceo en medio de ellas y las separo, en este momento dejaron de pelear, y desde este instante encontramos ya un símbolo de paz, y del conocimiento impartido por Mercurio que usa para separarlas de su lucha y crear una situación armoniosa. Las dos serpientes entrelazadas del caduceo también representan el número 8 y son el símbolo del equilibrio entre fuerzas antagónicas. Además, representan el eterno movimiento cósmico, base de regeneración y de infinito. Es la verticalidad formal del símbolo del infinito.
Las serpientes pueden representar así el conocimiento, la prudencia, la vida, regeneración y salud, serpientes que se unen a través del báculo que les indica un camino recto, una sola verdad, un solo poder real. Es entonces el caduceo símbolo de paz, de concordia, de organización, armonía y fuerza. Capaz de organizar el caos, transmitiéndonos el camino a seguir en los ciclos y cambios de la vida. Anunciando la regeneración de la vida, la unidad de todo lo existente en una sola energía espiritual y poderosa.
En épocas posteriores, el caduceo fue adornado también con un par de alas, expresando la rapidez con la que el mensajero de los dioses se movía de un lugar a otro. Estas alas podían ser las mismas que tienen en el casco y en los pies Mercurio o Hermes o las de Amón-Ra, dios egipcio del sol, o las que dan vuelo al espíritu que ha sido incubado por Kneph, la serpiente, las alas que dan rapidez al mensajero, al anunciador, al Heraldo, alas que nos hablan del movimiento de los Dioses de un lugar a otro.
Nota: Este texto ha sido elaborado con información de wikipedia y del siguiente blog: http://uncaminohacialainiciacion.blogspot.com